Un proyecto de Pedro Vidal


comisariado por Gómezdelacuesta


Con la participación de
Juan Gavilán, Bárbara Juan, Maria Solivellas y Fundació ACA.




Casal Solleric
Espai Born, Casal Solleric
Inauguración: 4 de julio 20h
Hasta el 8 de septiembre

El proyecto Autorretrato con perro de Pedro Vidal es una propuesta poliédrica que no sólo incluye la exposición en el Casal Solleric de Palma, sino también la celebración del cumpleaños de Vostell en Es Baluard Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma, una propuesta educativa dentro del programa de Es Baluard Educació i Formació y, también en Es Baluard, una visita guiada de la exposición "Implosió" que correrá a cargo del propio Vostell.



"No deja de resultar irónico que a mis padres les costara muchísimo llamar al pug por su nombre: Vostell. Sinceramente creía que nunca lo lograrían, actualmente lo hacen con toda normalidad. Sentían entre vergüenza y cierto pudor ante un nombre totalmente desconocido para ellos que no dejaba de ser una excentricidad de su hijo. Como aquel Hombre de la calle ante la obra de arte de Dubuffet. Miedo ante el arte contemporáneo y relativa seguridad ante el arte "más clásico", prueba de ello era su voluntad de querer llamar al perro por un nombre más común en Mallorca: Trui". Pedro Vidal.



"Autorretrato con perro" es el título del proyecto con el que Pedro Vidal da sentido a las reflexiones que lleva desarrollando durante los últimos años. Unas ideas con las que el artista pone en cuestión el papel del creador en un contexto de crisis, de cambio profundo, de máxima sensibilización social, interrogándose, a la vez, sobre la función actual de las exposiciones de arte y de los centros que las programan. Para ello utiliza conceptos y herramientas recurrentes en su obra: su investigación sobre la autoría en la creación contemporánea, el nuevo sentido de intimidad tras la extraordinaria invasión de los actuales medios de comunicación en nuestras vidas o el propio rol del creador dentro de nuestra sociedad. Una propuesta con unas implicaciones vitales y emocionales que trascienden la esfera pública para situarse en el espacio más íntimo, en lo absolutamente privado, mientras que el propio discurso del artista transcurre entre lo real y la ficción. Configurado como un proyecto abierto, poliédrico y polimórfico, "Autorretrato con perro" tiene su expresión a partir de múltiples medios localizados en muy diversos lugares y con la colaboración de una amplia nómina de creadores de diferentes ámbitos. 

En esta ocasión, Vidal, interviene el Espai Born del Casal Solleric con una propuesta site-specific que da comienzo con una cena familiar en el propio espacio expositivo, una cena que tiene lugar el mismo día de la inauguración. A mesa puesta, servida con las creaciones gastronómicas de la chef Maria Solivellas -uno de los creadores que colaboran con Vidal en este proyecto- y con dos retratos fotográficos de sus padres en gran formato, realizados por Juan Gavilán, el artista nos va ubicando en un escenario aparentemente privado junto a su círculo de relación más íntimo, descontextualizándolo y haciéndolo público en el marco de una sala de exposiciones, en un espacio referido al ámbito profesional del artista.

  
Aquí comienza la dialéctica, la ambigüedad y la relación de contrarios. La sala del Casal Solleric alberga, también, un retrato fotográfico de Vidal junto a su perro, un carlino que responde al nombre de Vostell en honor al conocidísimo artista fluxus de origen alemán. Una pieza con la que el creador vuelve a jugar con los conceptos de autoría en el arte contemporáneo al encargarle su "autorretrato con perro" al fotógrafo antes mencionado que actúa de ejecutante creativo de las ideas de Vidal. Esta imagen comparece acompañada de tres objetos elevados a la categoría de pieza artística por el propio creador: una talla anónima del siglo XIX realizada en madera y que representa a un ejemplar de esa misma raza -una pieza de artesanía que hace de “objeto encontrado por el arte contemporáneo”-, el propio collar de su perro con las letras de su nombre realizadas en cristal de joyería y, completando la composición, la cartilla de identificación del carlino enmarcada. 


Un work in progress vital que se inicia desde la decisión voluntaria del creador de hacerse cargo de un perro, de responsabilizarse de él y de llamarlo Vostell, siendo, la inscripción del carlino con ese nombre concreto, el primer acto performático documentado de este proyecto vitalicio que trasciende lo meramente artístico. Vostell, un nombre que pronunciado en un correcto alemán, se convertirá en la letanía sonora que acompañará todo este site-specific, un repetitivo audio que se encarga de enfatizar aquellos primeros conflictos que vivió el artista, en la intimidad de su familia, sobre cuál era la pronunciación idónea, sobre su grafía, sobre el origen del nombre… 


Para culminar esta reflexión sobre la intimidad, la creación y la autoría, el artista propone una última pieza, una obra en continuo proceso que convierte el espacio expositivo en una extensión de su propio hogar. Moqueta, mesa, sillas de comedor, una vajilla realizada por la artista Barbara Juan... Una exposición de lo íntimo en un espacio público que se completa con las cenas que celebrará el propio Vidal en el marco de esta propuesta y que tendrán su ubicación en este Espai Born, convertido, ahora, en un espacio privadamente público. Una pieza amplia que se completa con la instalación de una serie de cámaras de video en su hogar, unas cámaras que estarán conectadas con una gran pantalla de televisión, instalada en el Solleric, y por la que se podrá ver la retransmisión en directo del espacio de máxima intimidad del creador: su propia casa.